6 de diciembre de 2011

Sur les quais du vieux Paris

Se despertó sin despertador, abrió los ojos y le sonrió al techo. Suspiró de felicidad y se levantó de la cama, poniendo los pies en el parqué. No le importó que este estuviese helado, era una sensación a la que no le había costado nada acostumbrarse y que, de hecho, adoraba. Su ropa de dormir se basaba en un pantalón corto y una camiseta de tirantes, aunque, de vez en cuando, si las temperaturas eran extremadamente frías, se cogía una chaqueta de punto gris y se la pasaba por los brazos, para no congelarse frente a su café al desayunar.
   Esta vez no usó la chaqueta y se dirigió directamente a la ventana, que estaba totalmente descubierta al mundo exterior. Miró de reojo el reloj de su mesilla y descubrió que la aguja pequeña hacía ya unos minutos que habían pasado de largo el doce. Dirigió su mirada de nuevo a la ventana y sonrió al observar lo que esta mostraba: las calles, todavía algo mojadas por la lluvia de la noche, bordeaban el enorme río que cruzaba de punta a punta la ciudad. Los árboles apenas se movían por el viento y la gente cruzaba ante la ventana sin percatarse de que ella les observaba ir de un lado a otro con la curiosidad de siempre.
   Ella sonrió de nuevo y, sin desayunar ni maquillar ni peinar, se puso unos vaqueros, un jersey blanco gordísimo y precioso y unas botas de agua y se dirigió a la entrada. Apenas se había enrollado una bufanda roja al cuello y cogido las llaves y ya estaba disfrutando del ambiente melancólico y precioso de las calles de París


¡Hola de nuevo! Espero que estéís disfrutando del comienzo de Diciembre y del frío. ¡Sacad las bufandas y los gorritos de lana!:)
Muchos Besos a todos:)

12 de noviembre de 2011

Amanece tan pronto, y yo estoy tan solo y no me arrepiento de lo de ayer...

Sábado por la mañana. Libros en la mochila con necesidad de ser estudiados. Bunbury sonando a nivel 99% de volumen. Los vecinos durmiendo. Yo acabando la segunda Coca-cola. El sol intentando salir lentamente para alegrarme la mañana. La cama sin hacer, vestida con una camiseta ancha y frente al ordenador. Sí, hoy es sábado por la mañana.



¡Bueno, bueno! Parece que por fin estoy por aquí. Me ha costado pero....  mejor tarde que nunca, ¿no? Espero que esta sea la primera de muuuuuuuuuuuchas entradas de este blog.

Un beso y, recordad: SI LA VIDA TE DA LA ESPALDA, ¡TÓCALE EL CULO!:)